El reciente caso del video de cirujano, David, en Murcia se ha convertido en tendencia. La grabación, realizada por dos auxiliares, muestra presuntos actos de abuso sexual cometidos por un cirujano plástico mientras una paciente estaba sedada. El suceso ocurrió en el hospital IMED Virgen de la Fuensanta de Murcia, donde el profesional había alquilado un quirófano el 4 de diciembre para realizar una intervención estética.
¿Qué se ve en el video del cirujano en Murcia?
En el material audiovisual, dos enfermeras detectaron movimientos pélvicos anómalos entre las piernas de una paciente inconsciente. Según consta en el atestado, el galeno utilizó una cantidad excesiva de lubricante y cambió la orientación de la camilla, dificultando así la visibilidad al equipo sanitario. Una de las auxiliares incluso grabó dos vídeos y los entregó al personal de enfermería.
Las imágenes muestran al cirujano bajándose los pantalones y haciendo movimientos que, según las denunciantes, no encajaban con ninguna intervención médica. Uno de los fotogramas captados revela el pubis de la paciente y la postura poco usual del médico, lo que despertó sospechas inmediatas.
Denuncia contra el cirujano de Murcia
Tras la difusión del video, la Policía Nacional abrió diligencias. La primera denuncia fue presentada por María Victoria, la paciente del procedimiento. Posteriormente, se sumaron al menos tres denuncias más de mujeres que fueron atendidas por el mismo cirujano en intervenciones similares, incluyendo liposucciones para extraer grasa y luego inyectarla en los senos.
Las denuncias ponen sobre la mesa un posible patrón de conducta. Las mujeres admitieron que, debido a la anestesia, no recuerdan si fueron víctimas de agresión, pero manifiestan temor ante la posibilidad. El caso está en manos del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 4 de Molina de Segura.
¿Quién es y qué hizo el cirujano de Murcia?
El cirujano, identificado como D.G.S., está en prisión provisional sin fianza desde mediados de diciembre. Defendió su inocencia alegando que los movimientos pélvicos se debían a su problema circulatorio, por lo que afirmó utilizar “movimientos de vaivén” en todas sus liposucciones como forma de aliviar la presión en las piernas. Asegura que llevaba ropa quirúrgica, medias de compresión y que sus manos solo colocaban gasas.
Sin embargo, las auxiliares y enfermeras calificaron esos mismos movimientos como “comportamientos extraños», y detallaron que el cirujano cambió la orientación de la camilla para que quedara fuera de la vista del resto del equipo.
El Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía trabaja en acceder al teléfono del detenido y al análisis forense de su bata quirúrgica, donde se han encontrado posibles vestigios biológicos.
El escándalo ha generado indignación en el entorno sanitario de Murcia. Las autoridades del hospital IMED analizan la posibilidad de personarse en la causa como parte afectada. La Fiscalía y la Policía estudian protocolos de control en quirófano, especialmente en intervenciones no realizadas por médicos propios del centro.
Asimismo, profesionales y colectivos sanitarios han solicitado revisar los mecanismos de vigilancia en las operaciones, como el registro obligatorio de imágenes o la supervisión más rigurosa durante las intervenciones, en especial cuando los pacientes están sedados y no conscientes.
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